Si quieres saber más sobre frazadas personalizadas llegaste al lugar correcto. Pero primero, hay que entender qué es una frazada. Es una manta ligera, práctica, suave y acogedora, que por sus características permite mucha versatilidad en su uso. La magia llega cuando es personalizada. Esto significa que puedes elegir el tamaño y el diseño de tu frazada según el uso que le quieras dar.
Existen diferentes tamaños entre los que puedes elegir. Una de tamaño chico es ideal si quieres viajar con ella, o llevarla al parque para sentarte a leer y disfrutar el día. Si lo que quieres es tener tu frazada lista para cuando veas películas, o para ir a un pequeño picnic con tu pareja, una de tamaño mediano sería perfecta. Pero si necesitas que cubra más espacio, como para dormir por las noches en tu cama, la frazada en tamaño grande es la mejor para ti.
Ya que sabes qué es una frazada y decidiste un tamaño, es momento para la parte más divertida, que es elegir el diseño. Existen un sinfín de temáticas y diseños entre los que puedes elegir, pero existe una opción más personalizada, que es una frazada 100% adaptada a tu gusto. Con balcru puedes subir tu imagen, fotografía o ilustración favorita, elegir el tamaño adecuado, y recibir tu frazada personalizada en la puerta de tu casa.
¿Cómo usar una frazada personalizada?
Si estás leyendo esto, probablemente estés pensando en mandar a hacer una frazada personalizada para ti, para regalar, o bien, te acaban de regalar una, y te surge la duda de cómo la puedes usar. Bueno, la respuesta es muy sencilla, utiliza tus frazadas personalizadas como prefieras. Una de las más grandes ventajas de tener una frazada personalizada es la versatilidad, la puedes usar como mejor se te ocurra, así que deja volar tu imaginación.
Por si necesitas tips más específicos de cómo usarlas, aquí te dejo algunas ideas:
Como elemento decorativo en tu cama.
Las frazadas personalizadas no sirven solo para abrigar, puedes ponerla a modo de sobrecama para darle ese toque único a tu habitación. Aquí lo importante es que luzca. Si por la noche te da frío, puedes poner tu frazada encima de la colcha y las sábanas para cobijarte mejor.
Por otro lado, en época de calor puedes usar el truco de simplemente dormir sobre la colcha y si refresca en la madrugada recurrir a tu frazada. En este caso la ventaja es que al día siguiente no tienes que tender tu cama, ¡ni siquiera doblar la frazada! Simplemente, es cuestión de volver a acomodarla para que regrese a su función decorativa.
En el sillón de tu sala.
Lo mejor de las frazadas personalizadas es que a través de ellas puedes expresar quién eres, y puedes encontrar la que mejor vaya con tu estilo personal y la decoración que elegiste para tu casa. Poner una frazada decorativa sobre el sillón puede ser un gran complemento en tu sala, y la encontrarás muy útil en las noches de películas o cuando quieras tomar una siesta. Además, se la podrás presumir a todas tus visitas y siempre tendrás tema de conversación contando la historia de tu frazada.
Las frazadas personalizadas son un gran elemento decorativo por sí mismas.
¿Qué pensarías de colgar una frazada personalizada en tu pared a modo de cuadro? Esta es una buena alternativa si tienes espacios grandes en tus paredes a los que sientes que les falta algo, y si además eres fan del arte o la fotografía, pero un marco del tamaño que buscas tiene un precio elevado. Solo imagina a la Mona Lisa adornando tu casa por una fracción del costo de una réplica de buena calidad, o cualquier pintura de la colección de Arte Famoso... El límite es tu imaginación.
¿Te atreverías a darle estos usos a tus frazadas personalizadas?